Los piercings de anclaje dérmico te permiten llevar piercings en cualquier lugar que quieras, incluso en partes del cuerpo que, realmente, no parecen que puedan perforarse. Sí, incluye tu zona genital. Esto es porque son piercings de una sola entrada que pueden implantarse en la piel, por lo que puedes dar rienda suelta a tu creatividad, incluso ahí abajo. Un anclaje dérmico o dos colocados estratégicamente en el cuerpo del pene o en el hueso púbico, puede tener un aspecto sencillo pero visualmente espectacular. Si los piercings genitales más tradicionales te parecen exagerados para tu más preciada posesión, los anclajes dérmicos simplemente la realzarán y destacarán todavía más.